“Me he convertido en un terreno
que no se mide con metros de pasto
que se mide con los metros de amor
que día a día has depositado
desde que existes en mi vida”
Mi terreno
que se abonaba fértil con tus dulces palabras
y se regaba con el agua de tu boca
corresponde hoy a un campo baldío
que aun te espera regresar
En el
hay semillas bajo tierra
que hace tiempo que no crecen
y las aves de la dicha
continúan esperando
sus árboles de amor
A el
le hacen falta tus pisadas
y esa bella manera en que laborabas
para hacerlo florecer
Ahora
es un campo solo y frio
yerto desde que te fuiste
porque nadie ara la tierra
y no hay quien venga por aquí
Aquel
que un día se nutria de tu presencia
ha comenzado a secarse
lenta
muy lentamente
porque en medio de este campo
ya no se escucha tu voz
Su rio
que fluía libremente y sin medida
hoy lleva aguas tristes
desoladas
donde nadie conocido
ha regresado a beber
Y solo
sin plantas
sin arado
y sin tu vida
tan solo grita fuerte cada día
que te quiere
ver volver
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