Cuando levanto sus alas y voló
sentí el viento en mis mejillas
Tan solo hay
percibí la maravillosa esencia
del ser de su presencia
levantando vuelo,
pasando sobre mi alma;
enjugando las lagrimas
de este pobre
y entristecido espécimen
que ha soplado sin aliento,
para recibir inmerecidamente
su halito de amor
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